Tienes miedo. Del mismo modo que la gente del Vaticano temió en su día aceptar la teoría heliocéntrica. No era que creyeran en la infalibilidad de la teoría ptolemaica, sino que, simplemente, temían la nueva situación que se produciría al aceptar la teoría heliocéntrica. No tengas miedo, hay otra manera de hacer las cosas, una manera mejor de hacer las cosas.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
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